lunes, 24 de diciembre de 2007

CÁMARA DE DIPUTADOS RINDIÓ HOMENAJE A JOSÉ LUIS DEL RÍO Empresario fue líder del grupo DERCO y fundador de la Falange Nacional


Noviembre 20.- A petición de la bancada de la Democracia Cristiana, la Cámara de Diputados destacó la trayectoria del empresario líder del grupo DERCO y fundador de la Falange Nacional (luego Democracia Cristiana), José Luis del Río, fallecido a los 88 años de edad en 2003. Desde las tribunas, sus familiares y trabajadores presenciaron la mañana de este martes la ceremonia.
La alocución principal estuvo a cargo de su nieto, el diputado Eduardo Díaz del Río quien, tras agradecer a su partido (la Democracia Cristiana) el gesto de rendir este homenaje, repasó en emocionadas palabras la trayectoria familiar, empresarial, valórica y política de este destacado hombre público.
Díaz manifestó en primer lugar que su abuelo fue “ante todo, de aquellas personas que trató de hacer suya la parábola de los talentos. En una carta póstuma dejada a su familia les transmitió con fuerza muchos de los valores que a mi juicio lo identificaban. Les dijo entre otras cosas: ‘Vivan con austeridad, tengan siempre en cuenta que solo somos administradores de lo que Dios nos da gratuitamente y que debemos rendir cuenta de ello cuando nos toque concurrir en su presencia’...”
Luego, en referencia a la participación que le cupiera en la fundación de la Falange Nacional, la actual Democracia Cristiana (de la cual Del Río llegó a ser su Vicepresidente) señaló que “se integró al movimiento inspirado por Mario Góngora, Manuel Garretón, Eduardo Frei Montalva, Radomiro Tomic e Ignacio Palma”. Al respecto, y emocionado, Eduardo Díaz dijo que “desde este hemiciclo; para mi es un orgullo poder rendirte hoy este homenaje como diputado del Partido Demócrata Cristiano, tratando de ser un fiel heredero de tu legado. El camarada José Luis del Río Rondanelli tenía la coherencia de nuestros fundadores. Esa generación tenía valores muy olvidados en la política de nuestros tiempos y a los que necesitamos recurrir con urgencia. Se trataba de hombres que no solo tenían visión del mundo, una declaración de principios y un discurso, sino que la vivían consecuentemente a través de cada uno de sus actos”.
En el ámbito ingenieril, Eduardo Díaz recordó que su abuelo “junto a Eduardo y Raúl Devés, realizaron numerosas obras que hoy son un patrimonio de nuestro país: la ampliación del Estadio Nacional para el mundial de fútbol de 1962, los túneles de Lo Prado y Chacabuco, la canalización del Biobio, el desagüe del río San Pedro y la construcción del camino internacional a Mendoza, entre otras”, agregando que desde la perspectiva gremial no estaba de más .recordar que fue uno de los fundadores de la Cámara Chilena de la Construcción.
En referencia a su calidad de empresario, el diputado reseño que “como empresario social cristiano no sólo se preocupó por el crecimiento de su empresa, sino que principalmente de crear empleo de calidad”, recordando que “cuando el llamado público durante la crisis de los 80 era reducir personal, él para evitar despidos en Derco, compró una empresa en quiebra, SODIMAC, instaló allí a sus trabajadores, a quienes consideraba como su familia y en conjunto la sacaron adelante”.
Recordó, finalmente, en relación con el trato que siempre tuvo con sus trabajadores, que “en una de las típicas fiestas de Navidad que celebrábamos con los trabajadores en Derco año tras año, había un espectáculo con un humorista. Mi abuelo ya viejito, observaba, desde atrás, en su silla de rueda. El humorista empezó a contar chistes subidos de tono. A mi abuelo eso no le gustaba, así que silenciosamente se empezó a retirar. Un trabajador se dio cuenta y empezó a aplaudir, luego otro, después varios más y así se fue haciendo una ovación enorme. Pepe agradeció con un gesto de sus manos muy emocionado y se retiró. Esos trabajadores y sus familias eran su vida y sus desvelos. Años antes lo habían nombrado el primer trabajador de la empresa. Esta historia refleja el último destello de su relación con ellos”.
Por su parte, mientras el diputado Alberto Cardemil, recordó la familia en que José Luis Del Río forjó su carácter y temple, y lo preparó para los proyectos que abordó en su vida, el diputado Marcelo Díaz, señaló que fue un hombre con una profunda convicción humanista y democrática, que se opuso tenazmente al régimen militar.

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